lunes, 24 de diciembre de 2012

Desplazamientos... Movimientos...


Creo en el movimiento más que en el cambio.
Creo en las variaciones más que en el cambio.
Creo en conocer y aprender y aplicar, más que en un borrón y cuenta nueva.
Creo en rescatar lo bueno y avanzar, hay bastante que rescatar…
 Creo que hay miles de grises, no es todo blanco o negro.
Creo en los movimientos de conductas, no es un cambio en teoría.
Creo que estos movimientos implican menos presión, menos stress… mucho menos stress que en un cambio radical…
Por ejemplo:
  • No estoy hablando de cambio de extrovertido a introvertido, si no de un cambio de conductas, para tener cuidado con algunos movimientos.
  • No estoy hablando de cambio de introvertido a extrovertido, si no de un cambio de conductas, para tomar más acción.

En el campo organizacional, creo más en mover la cultura que en cambiarla…
Creo en los desplazamientos… Son desplazamientos en el ser, son desplazamientos en conductas, son conductas diferentes, son variaciones, que en un contexto y con recurrencia creo que quedan mucho más… que calan mucho más…
Por eso creo en los desplazamientos… creo en los movimientos...


Gracias por leerme.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

El "yo" y el "nosotros"


Tomé conciencia de que yo existo, yo vivo, yo siento, yo soy, yo decido, yo aprendo, yo soy responsable, etc., etc., etc…
Tomé conciencia de que existo junto con personas a mi alrededor con las que me relaciono y comparto espacios, en diversos roles que tengo. Es decir, existo con mi esposa, con mis padres, con mis hermanos, con mis amigos, con mis compañeros de trabajo, con muchas personas…
Tomé conciencia de que soy en parte por lo que yo soy y en parte por las personas con que me relaciono (mi esposa, mis padres, mis hermanos, mis amigos, mis compañeros de trabajo, etc.)
Tomé conciencia de que soy lo que yo soy y soy lo que las personas con que me relaciono ven en mí, que soy lo que soy por mí y por las personas con que me relaciono, que soy porque existen las personas con que me relaciono…
Tomé conciencia que negar la influencia en mí de las personas con que me relaciono sería como negarme a mí mismo…
Tomé conciencia de que existo con otros, que co-existo con otros, que juntos formamos nuestra relación y juntos nos formamos mutuamente…
En todo esto, tomé conciencia de que así como existe un “yo”, también existe un “nosotros” en todos los ámbitos donde me relaciono. Y ambos, el “yo” y el “nosotros” existen a la vez.
Esto lo comprendí mejor el fin de semana pasado cuando estuve en una charla de Alexander Berlonghi, fundador del Instituto para la Práctica de la Ontología, donde justo comentó algo de estas distinciones en el “nosotros” y decía que en estas relaciones en que estoy:

  • Yo coordino acciones: yo pido, yo ofrezco, yo prometo, yo declaro cosas...
  • Yo coopero: yo tengo una actitud de apoyo a las personas con que me relaciono...
  • Yo coexisto: mi vida se forma en base a mí y a los otros…
  • Yo cohabito: yo comparto un espacio con las personas con que me relaciono…

Y estas distinciones me definen en mi relación. Y estas distinciones definen mi relación. Y conocerlas me hace ser consciente de qué puede estar sucediendo… y de qué puedo estar haciendo… y de cómo puedo mejorar mis relaciones…
Y, una vez más, en todo esto tomé conciencia de que así como existe un “yo”, también existe un “nosotros”, ambos a la vez.
Gracias por leerme. Y por hacer que el "nosotros" que hemos formado me haga ser el "yo" que soy.

lunes, 5 de noviembre de 2012

De qué soy responsable? Y de qué no?


Conversación frecuente en coaching… y tema frecuente que inquieta…
Cuál es mi círculo de influencia? Hasta donde tengo control? Y lo que está fuera de mi control, cómo lo vivo? Cómo lo tomo? Y lo que está bajo mi control, cómo lo vivo?

He tomado consciencia de que la causa de mi sufrimiento a veces tiene que ver con cuestiones que están fuera de mi control: temas de mi familia, temas de mis amigos, temas de mis compañeros de trabajo, etc…
Y converso conmigo:
- Qué puedo hacer en esos casos?
- Sí, algo puedo hacer…
- Conversar, darles mi mirada sobre lo que está sucediendo, etc…
- Y quién decide qué hacer? Quién hace? Quién da cada paso en su vida?
- Son ellos mismos…
- Y qué más puedo hacer yo?
- Nada… sólo acompañar, y nada más!
Y hasta allí llego…
No soy responsable de lo que suceda. No puedo tomar decisiones en este ámbito.
No tengo porqué sufrir por temas ajenos a mi alcance. Sí claro me puede doler, pero puedo sufrir? Puedo sufrir por algo que está fuera de mi alcance?

Por otro lado, en mi vida, hay situaciones que están bajo mi control y que me inquietan… y converso conmigo:
- Qué es? Qué es esto que está bajo mi control y me inquieta?
- Y me respondo… y veo lo que sucede… y veo cómo veo… y decido… y actúo… y yo respondo por mis actos… yo llevo el control… yo asumo las consecuencias…
Acá yo soy responsable! Acá yo existo, yo decido, yo asumo… Yo soy responsable!
Soy responsable de mí, de lo que hago, de lo que pienso, de lo que siento… Y asumo las consecuencias de ello.
Y cuando las cosas no salen como quería en mi ámbito de control, puedo decidir cómo sentirme, cómo vivir ese momento, cómo estar, qué aprender…
Sí me puede doler… Y la elección es mía… Vivir y aprender… Vivir responsablemente  con la elección que yo elegí en mi ámbito de control.

Y aprendí esta distinción: cuál es mi ámbito de control? Cuál es mi responsabilidad? Cómo vivo el dolor? Cuándo sufro por las cosas que suceden? Qué elijo aprender? Y seguir aprendiendo… seguir aprendiendo…
Gracias por leerme.

jueves, 25 de octubre de 2012

Aprendí...


  • De mi intuición: qué me digo yo mismo de lo que pasa? Sin saber de dónde viene… y es mío...
  • A validar y expresar lo que siento: lo que siento es mío y es importante… y lo expreso… y lo expreso… y lo expreso a mi manera...
  • De mis juicios: Cuando pienso algo, opino algo, juzgo algo… son mis juicios… son míos… no es la realidad… son mis juicios… Importantes... y a la vez sólo míos…
  • De mi cuerpo: aprendí a pararme en mi centro… desde allí nadie me mueve... y desde allí me muevo hacia donde quiero fácilmente…
  • A conectar… más que a hablar…
  • A comunicar… desde mi lenguaje, mi cuerpo y mi emoción…
  • A estar conmigo: Yo soy el más importante de mi vida… a mí me escucho… a mí me rindo cuentas…
  • Yo decido: Yo elijo, yo soy responsable con mis decisiones…
  • Que el amor es la emoción desde donde principalmente vivo… y es muy bueno… y a veces no lo es tanto…
  • Que defender mi posición también se puede hacer desde el amor… y quizás también me sirva hacerlo desde la rabia…
  • A tener compasión de mí… a comprenderme, a saber que a veces hago cosas buenas… y a veces fallo…
  • A distinguir gravedad, liviandad y trivialidad… a tomar las cosas livianas… nada es tan grave… nada… Aprendí a reírme de mí…
  • Bailando salsa: dirigir, llevar, decidir, variar, moverme, estar presente…
  • A vivir el hoy… cada momento… cada color… cada aroma…
  • A pedir sin esperar nada…
  • A decir NO sin pensar en herir…
Aprendí eso... y otras cosas también... Gracias por leerme.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Un momento de dolor... para aprender y después vivir mejor...


En los últimos días he estado en estas reflexiones acerca de los momentos en que me siento mal:
  • Podía decir que todo va bien, reirme de lo que sucede, sonreir, verlo todo positivamente, decir a las personas que todo va bien, conectando con las personas a partir de esta postura, saliéndome de lo que en realidad me inquieta, conversando de otros temas, etc. Y quizás así oculte mi estado actual y siga… siga viviendo…
  • O podía decir lo que siento, podía expresar la emoción en que estaba, decir que me siento mal y porqué me siento mal, estar conmigo en esa emoción, sumergirme en esta emoción, compartirla, conversar en base a eso. Y quizás tenga un momento de dolor… y quizás así me duela un poco más…

Y qué elijo? Cuál de estas alternativas elijo? Cuál me suma más?


En mi experiencia el salirme de lo que en realidad me inquieta me permitió avanzar, me permitió seguir, no detenerme, me hizo ver hacia afuera, y seguir haciendo cosas. Creo que mejoré en algo el momento que pasaba y creo que esta mejora tiene un límite. No sé si es duradera, no sé si es sostenible. En mi experiencia, no lo es tanto…

Por otro lado, cuando conocí la otra forma de ser y comencé a practicarla: expresé lo que sentía, estuve conmigo en ese momento y conversé en base a eso. Y la mejora creo que fue mayor que en el primer caso…  De hecho fueron momentos difíciles, sumergirme en esta emoción era difícil, y era enriquecedor a la vez. Estando en ese momento me conecté conmigo, me conecté mejor con la gente de mi entorno, establecí conversaciones diferentes y aprendí en ese momento. Y luego, creo que viví mejor…

Por eso digo, un momento de dolor… para aprender y después vivir mejor… Para mí esto no es buscar el dolor, es vivir el dolor cuando aparezca, y aprender y después vivir mejor. Esto es lo que estoy haciendo...

Gracias por leerme.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Siento algo... Siento miedo...

Antes cuando sentía algo me decía: "Me siento raro, me pasa algo, no sé qué es?, qué raro… No será de mí… de seguro es algo que no es mío…" Y seguía en lo que estaba haciendo, sea lo que sea… en contra de mí, en contra de lo que sentía… seguía… Y no decía nada… Y mi cuerpo no hacía otra cosa… Toda una confusión…
Ahora, cuando siento algo…

  1. Siento movimientos dentro de mi estómago, me siento nervioso, estoy caminando de un lado hacia otro, no puedo estar quieto, tengo ganas de correr, no estoy concentrado en lo que estoy haciendo, siento un leve dolor de cabeza…
  2. Esto que me pasa en mi cuerpo tiene detrás un nombre. Qué es? En este momento, a mi juicio: Creo que puedo perder algo, creo que puedo perder independencia, creo que puedo perder mi espacio, creo también que puedo perder amor. Todo esto que está vinculado con mi juicio de posible pérdida es miedo. Entonces, el nombre de lo que siento es miedo.
  3. Y lo valido como es mío. Es verdadero, es genuino, es lo que siento, …
  4. Y habito mi miedo. Siento lo que me pasa, me meto en lo que me pasa, me veo allí en lo que estoy. Me pregunto: qué gano estando así? (porque de hecho algo gano…) Y qué pierdo estando así?…
  5. Y lo digo: “Siento miedo”. Y lo expreso… En el contexto en que estoy, lo expreso.

Y son las etapas por la que aprendí a pasar cuando siento una emoción en mí: la reconozco, le pongo nombre, la valido como mía, la habito y la expreso.
Y conocer todo esto me ha servido…
Para mí, es ser consciente de mí, es vivir en coherencia… Y la coherencia me da poder. Y el poder en mí, me sirve. Es manejar mis emociones.
Pruébenlo…
Gracias por leerme.

viernes, 31 de agosto de 2012

Todo está dentro de mí


En estos momentos estoy pasando por “quiebres” (como le llamo en coaching a las situaciones que todavía no aprendo a manejar) que tienen que ver con algunas de mis relaciones familiares y profesionales…
Y me pregunto, qué tanto de este quiebre está en las otras personas y qué tanto en mí? Es decir, las dificultades que tengo en estas relaciones son producto de las otras personas, de mí o de ambos? Qué tanto pueden definir las personas cómo me siento? Cuál es mi responsabilidad en cómo me siento? Qué puedo hacer yo acerca de lo que siento?
De esto hablo mucho en coaching… Y de mi responsabilidad en mi vida.
Lo mismo pasa en las conversaciones de coaching que tengo: cuando un coachee me comenta su “quiebre”, mi labor es preguntar y preguntar, y escuchar y escuchar, para conocer a mi coachee, conocer su “quiebre”, llegar a cuál es el “quiebre” detrás de todo (qué característica del ser del coachee lo hace actuar de esta manera), mostrarla, validarla y así él mismo vea que tiene otras posibilidades… estas otras posibilidades salen del mismo coachee… está dentro del coachee.
Es decir, el coachee tiene la respuesta para su quiebre… el coachee es responsable de su vida y de lo que siente.

De esta manera, la forma de afrontar los “quiebres” que tenemos está dentro de cada uno de nosotros, la responsabilidad de lo que siento está dentro de mí mismo, yo puedo hacer algo por esta relación que me está incomodando, yo puedo hacer algo para sentirme mejor, yo puedo aprender…
Y se me vienen tres experiencias cercanas que tuve en los últimos días y que refuerzan lo que dije anteriormente:

  1. Participé de un taller de meditación de las Tres Puertas brindado por formadores capacitados por Geshe Tenzin Wangyal Rinpoche, allí aprendí a buscar en mi refugio interno (quietud de mi cuerpo, silencio de mi habla y amplitud de mi mente) la solución para los problemas que tengo en el mundo exterior y para la transformación de mi vida.
  2. La semana pasada estuve dos días acá en Lima en un taller de liderazgo personal dictado por la consultora ecuatoriana Celorio & Dines en el cual, en uno de los momentos más intensos de agradecimiento al final del taller, escuché acerca de dónde está la felicidad de las personas? Y comprendí que mi felicidad no está afuera, no está en otras personas, no está en lo material, no está en el futuro… mi felicidad está dentro de mí…
  3. Leía unas notas escritas por Tim Gallwey, fundador del coaching organizacional, en donde indicaba que todas las personas jugamos un juego exterior y un juego interior. Aprendí que el juego exterior se juega contra un adversario exterior, para superar obstáculos y lograr metas, este juego puede cambiar siempre (roles, personas, situaciones, metas). Y también aprendí que el juego interior está dentro de nosotros, dentro de nuestra mente (nuestras creencias, nuestros miedos, nuestras limitaciones, etc.), se juega siempre dentro de nosotros mismos y que muchas veces no podemos lograr el dominio de ningún juego sin prestar atención a este mundo interior.
Todo esto me recuerda que todo está dentro de mí.

Gracias por leerme…